Las apuestas cruzadas, también conocidas como apuestas de intercambio, son una forma de apostar donde la casa de apuestas simplemente actúa como intermediaria entre los jugadores. En este tipo de apuestas, son los propios jugadores quienes determinan la apuesta, establecen sus propias cuotas y se pagan entre sí, similar a cómo lo harían al apostar con un amigo.
En las apuestas cruzadas, uno de los jugadores asume el rol de la casa de apuestas, estableciendo las condiciones y las cuotas para la apuesta. Este jugador se conoce como «layer» ya que apuesta en contra de que un evento ocurra, y paga en función de la cuota establecida si el evento efectivamente tiene lugar. Otro jugador, conocido como «backer», realiza la apuesta siguiendo las condiciones establecidas por el «layer», de manera similar a una apuesta tradicional. El «backer» apuesta a favor de que el evento ocurra, comprando la apuesta ofrecida por el «layer».
Estrategia para tus apuestas cruzadas
Por ejemplo, durante la semana de algún clásico, dos personas desean apostar por sus equipos utilizando apuestas cruzadas.
Hay una amplia gama de estrategias disponibles para las apuestas cruzadas, abarcando diversos mercados y situaciones, desde la combinación de apuestas previas al evento con apuestas en vivo hasta la combinación de diferentes tipos de mercados. Esta diversidad de estrategias subraya la importancia fundamental de tener un plan al realizar apuestas cruzadas, evitando la improvisación.
Una estrategia comúnmente empleada por los principiantes, que puede servir como una introducción práctica a los conceptos de apostar a favor (back) y en contra (lay), es la de apostar en contra del empate en los partidos de fútbol.
En esta estrategia, el jugador asume el papel de la casa de apuestas al apostar en contra del empate antes del inicio del partido, especialmente cuando el equipo local es el claro favorito. El objetivo es esperar a que el equipo favorito anote un gol, lo que hace que la cuota a favor del empate aumente considerablemente. En ese momento, el apostador puede realizar una apuesta a favor del empate en vivo. Al aprovechar estas circunstancias, se puede realizar un intercambio que garantice beneficios, independientemente del resultado final.
